Que el tiempo, pone a cada uno en su lugar.

¿Por qué debemos ser buenas personas? 

¿Por qué implicarnos en serlo?

 En esta vida ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos. Desde mi punto de vista, ser bueno puede significar desde muchos ámbitos beneficiar a los demás , tratarlos bien, ser respetuoso, tener bondad, y moral. Si quieres ser respetado, hazlo tu primeramente, no esperes que te vayan a tratar como es debido, si eres irrespetuoso. No te comportes como los demás, ten tu propio concepto de como has de serlo, si haces una buena acción porque tú lo consideres oportuno.

 Gente que lleva a cabo malas acciones, un buen ejemplo de ello, ser un Don Juan, ya que trataba a las mujeres como objetos sexuales y con sus adversarios que acaba matando y después de toda una vida, se acaba arrepintiendo de sus propios actos, y acaba aceptándolo, y pidiendo perdón. La mejor receta no guardar rencor, aunque cuando haya que llevarlo a la práctica, presente dificultad. También  te sentirás  a gusto contigo mismo y al mismo tiempo, los demás. Tus familiares, amigos, tus seres queridos. Tampoco dejes que abusen de ello, hazlo pero según tu criterio, que no te traten como a un idiota.

Tanto das tanto recibes, que cada uno está donde se merece, pero tampoco no dejes que te tomen el pelo, que hoy día la gente es muy dada a eso, aparece el bonachón, y los demás se aprovechan de él. Que a nadie en este mundo le gusta verse solo, ni al más malo de la película. Lo difícil no es escoger entre ser bueno o malo, es tener la suficiente experiencia y escoger lo correcto. Hoy día es más visible el mal, la avaricia, lo materialista, en los periódicos, noticias, pero abunda más el bien, aunque no lo apreciemos. La humildad, tomemos un poco de ella, dejemos por un momento la soberbia y el ego a un lado. Todo se remite al egoismo humano. Hagamos realidad el sempiterno deseo de conciliación, que tan brevemente aparece en estos días de navidad.