Bajo mi percepción, considero que las clases de ética tienen como todo, unos pros y contras. Por un lado, el tema del curso y los contenidos que se han trabajado son interesantes, no me llamaba tanto la atención, sencillamente ética era una asignatura que en un principio pasaba desapercibida. Los materiales utilizados para las explicaciones, como los apuntes o ejemplos creo que son correctos. Tanto las explicaciones como la forma de explicar del profesorado es buena, sencilla y clara; considero que le podré dar utilidad en un futuro, ya sea simplemente por enriquecerme culturalmente o como persona.
Algún inconveniente ha de tener, primeramente es muy poco tiempo a la semana, y la variedad de exámenes, tan diferentes a los demás, que acaban agobiando. Las clases son agradables, aprendemos todos y cada uno de los martes, pese a que aunque esté cansada, a última hora, con un hambre inhumano, deseo dar ética. Las películas, el blog, el bilinguísmo, hacen una mezcla interesante. Cuando salgo, lo único que quiero es comentar con los demás, las anécdotas, historias...
Ética, una asignatura que he podido trasladar a mi vida cotidiana.
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