El aborto

El aborto, un tema un tanto delicado. Que no es una decisión fácil, es acabar con el curso de la vida, interrumpirla. La ley no incita los abortos, intenta facilitarlos. Estoy conforme con la despenalización del aborto ya que resulta ser un derecho para la mujer, ella decide si tenerlo o no, es su cuerpo y ella toma la decisión. El primer caso, el espontáneo, no es provocado, da lugar de forma natural. 


Pienso que hay que apoyar a toda mujer, y no criticarla de forma destructiva, primeramente porque no es algo que se considere fácil, ni física ni psicológicamente, requiere un tiempo para meditarlo, tanto si peligra la vida de la madre, como si presenta alguna enfermedad o malformación el feto, o si  ha sido debido a una violación. 


Hay partidarios que defienden los derechos de las mujeres, ya que muchas lo acabarían realizando ilegalmente, poniendo en peligro su vida, por razones económicas. Aunque existen un sinfín de pros y contras, destacando las hemorragias, infecciones, fallos renales, vómitos, paros cardíacos, ellas consideran que es lo correcto, yo entiendo esa tesitura. Que casualidad que la Iglesia, un estamento regido por hombres condene esta difícil decisión en la vida de las mujeres. Yo empatizo desde mi posición de mujer. A día de hoy se sigue preservando el principio de la vida. Pero con el paso del tiempo, todo está más controlado, y la mortalidad ha disminuido considerablemente. Teniendo en cuenta que cuanto más desarrollado está un país, más en cuenta se tiene la decisión y opinión de la mujer.